viernes, 21 de septiembre de 2007

Huevo de Nácar

Del libro "Ivy Marae´y" Tierra sin Mal (Serie Conocimientos Prohibidos)


No había caminos en la gran noche del principio
sólo Ñanderuvusú conocía el camino,
como el relámpago conoce el suyo y lo hace y lo deshace al instante...
Fragmento Apapókuvá-Guaraní

Mientras las llamas de la tarde iban encendiendo desafinadas
el Paraná
era un relámpago mudo, hundido, nosotros
estábamos perdidos como flamencos
sorprendidos
en la boca de la tormenta;

las chicharras derramaban su canto en el silencio
y los ojos de los árboles se abrían como melindrosas alas
de murciélagos;

y la punta de la lengua húmeda del agua aún
no recogía mi rostro, ni mis dedos
ni lamía todavía mis piernas como una fiera;

ni todavía yo temblaba
como tiembla la luna en el agua,
todavía era más oscuro el inmenso pájaro
que la empolla como
un huevo de nácar;

y lloraba esperando que caiga
la oscuridad
el cacharro apoyado en la piedra caliente
para
tostarse bajo la luna, mientras

el viento se movía grávido de truenos
en las hojas que flotaban en mi vientre.





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